Excelencia.
Este valor es una exigencia de nuestro ser criaturas de Dios. Somos llamados a vivir en plenitud cada instante de nuestra vida es una respuesta de amor de Dios que nos invita a ser completa y totalmente realizados.
La excelencia debe ser nuestra meta.
Laboriosidad.
Este valor es el camino hacia la meta. Dios que nos trajo al mundo sin nuestra cooperación, nos invita a colaborar con Él en nuestro desarrollo. Laboriosidad es trabajo, esfuerzo diario para superarnos, disciplina, puntualidad, limpieza, orden, respeto, cuidado del medio ambiente y responsabilidad.
Bondad.
Es el valor que más hermana con la humanidad. La bondad incluye todas las cualidades relacionadas como respeto mutuo, comunicación sincera, ayuda y servicio, lealtad, altruismo, aceptación del otro y lo diferente.